Los seis días.

Esta historia primera es un ejemplo claro de una interpretación inadecuada de la escritura.

La interpretación de este texto antiguo era carente de ciencia; fuente de inspiración de principios filosóficos muy influyentes por cierto; esta historia del capítulo uno del primer libro del Torah - el Génesis del Pentateuco - se argumentaba en superstición.

Ahora, recuperado el camino de la ciencia y superando las expectativas del conocimiento humano, la ciencia que excede todo conocimiento aflora.

Cuando leemos, teniendo en cuenta la ciencia.

¿Que entendemos de este capítulo primero?

La tierra estaba en conmoción, y viene la primera ley de ordenamiento: Sea La Luz.

La primera incógnita es: ¿Dónde estaba la tierra?
La segunda pregunta que nos asalta es: ¿Cual Luz?
La tercera pregunta podría ser:¿Cuando fue?

• Primero - Ubicación del planeta.

Lo primero, antes y después de surgir esa luz la tierra estaba en un sitio indeterminado en el universo; pero más adelante se hace evidente la prueba reina en esta inspección forense y respuesta a todas las preguntas.

• Segundo - La Luz.

El punto de referencia es la procedencia de la luz. En el día cuarto fueron puestas la luna el sol y las estrellas. Significa que esa luz primera no era la luz solar, si la translación de la tierra no era solar en ese principio era inevitablemente galáctica.

• Tercero - Tiempo transcurrido.

Por consiguiente, el tiempo correspondiente es 225 millones de años solares, significa que esto inicio hace 1350 millones de años.

De manera que dadas las respuestas las conclusiones son diversas.

• En cuanto a tiempo, apartados del mito y la superstición, sujetos a ciencia, siendo los seis días declarados por Él Creador como galácticos de ninguna manera solares; entendemos y comprendemos que:

"Para Él Creador es creación lo que para el hombre es evolución"

El número de años aquí estimado es válido en cuanto a que son muchos años; aunque el número exacto de años aún no es concreto se estima esa aproximación inclusive.